Suben las retenciones a las exportaciones frutícolas

Al pasar de un monto fijo a otro variable, se incrementan hoy a 3.15 pesos por dólar. En la medida que se modifique la paridad cambiaria también se incrementará el valor del tributo. Se proyectan transferencias de más de 1.000 millones de pesos desde el sector privado hacia las arcas nacionales durante la temporada frutícola del Valle 2020.

El Gobierno nacional finalmente modificó el cálculo para el cobro de las retenciones a las exportaciones y de esta manera suben los montos a pagar por este tributo en toda la actividad frutícola del Valle.

Hasta ayer, el sector pagaba por este tributo tres pesos por dólar de fruta exportado. El Gobierno de Mauricio Macri había bajado ese valor a mediados del año pasado teniendo en cuenta la crisis por la que estaban atravesando las economías regionales.

El ministerio de Agricultura de la Nación adelantó que la actividad comenzará, a pagar a partir de ahora, el 5% del valor declarado por sus exportaciones. Esto quiere decir, teniendo en cuenta la paridad cambiaria promedio, que abonará hoy por retenciones 3,15 pesos por dólar exportado. La cifra subirá en la medida que el Gobierno acompañe la devaluación de nuestra moneda.

“No tenemos confirmación oficial del tema. Estábamos esperanzados de mantener las retenciones con un valor fijo. Pero bueno son decisiones macroeconómicas que sin dudas apuntan a recaudar más”, confió Agustín Argibay, presidente de la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI).

El cambio de un tributo con valor fijo a otro variable sin dudas genera efectos negativos sobre la actividad. Las retenciones agropecuarias, que sólo en un puñado de países siguen vigentes, son impuestos que desincentivas las exportaciones. Toda una paradoja cuando lo que quiere el Gobierno es apuntalar el comercio exterior para lograr ingreso de dólares genuinos.

Según estimaciones del sector privado, con este cambio realizado desde el Gobierno central, el sector frutícola -solo computando el segmento del comercio en fresco- transferirá a las arcas nacionales más de 1.000 millones de pesos durante 2020.

Una cifra no menor teniendo en cuenta la crisis que está atravesando la actividad.

“Seguramente el Gobierno ira acompañando al dólar con la inflación y de esta manera crecerá también la presión impositiva sobre la fruticultura”, agregó Argibay en otra parte de la conversación.

El ejecutivo adelantó que a la enorme presión tributaria que debe soportar el sistema se le agrega ahora la incertidumbre que existe en el mercado internacional con la expansión del coronavirus. “Todavía no podemos medir las consecuencias. Pero uno de nuestros principales mercados para la pera, la región del mediterráneo europeo es una de las más afectadas por esta enfermedad. Nuestro temor en es que la gente se quede en su casa y no salga para consumir lo que afectaría la demanda. Todo esto se da en un momento en que tenemos una buena cosecha en lo que respecta a calidad y volumen”, confió Argibay.