Según el Ministerio de Seguridad de la Nación, es “histórico”. Mandaban los cargamentos a Brasil y Paraguay.
Desbarataron una megabanda dedicada al tráfico de armas a Brasil y Paraguay y les secuestraron casi mil piezas: fusiles, ametralladoras y hasta un cañón. Uno de los cabecillas cayó en su coqueta casa de Martínez y sus dos socios en Florida, Estados Unidos. Hubo otros 14 detenidos en más de 50 allanamientos.
El dato de color del mega secuestro ocurrió en el allanamiento en Martínez, donde descubrieron un búnker secreto. La entrada la encontraron justo al lado del garaje, en el lavadero de la casa del líder de la banda y padre de tres adolescentes. La fachada estaba disimulada con un armario, pero cuando se abría, ahí estaba la puerta blindada que permitía el acceso a la ‘cueva’.En el interior de ese búnker escondido en el coqueto chalé de Martínez, que contaba con control de temperatura y humedad y no tenía ni dos metros de alto, había un arsenal en las paredes. Un paraíso de armas de guerra.
Según informaron fuentes del caso a Clarín, fue en su casa de Pringles al 2500, en Martínez, donde cayó el capo argentino de esta banda, en un operativo que fue calificado de «histórico» por las fuentes oficiales.
Dos de sus socios, ambos ciudadanos norteamericanos, fueron arrestados en Florida, EE.UU., por agentes del Departamento de Seguridad Nacional de ese país que colaboraron con la Gendarmería, la Aduana y el Ministerio de Seguridad de la Nación en la causa que encabeza el juez en lo Penal y Económico N° 2, Pablo Yadarola.Otras 14 personas fueron arrestadas en los más de 50 allanamientos que se hicieron en todo el país para desbaratar a esta organización que traía armas de Estados Unidos y Europa.
La investigación comenzó a fines del año pasado, cuando se descubrió el arribo de un barco portugués, el «Palak», con un arsenal.
“Salían de Estados Unidos y otras de Europa. Por eso el nombre de Palak, porque es un barco de origen portugués que traía partes de armas… Todas estas armas conformaban una triangulación… En la Argentina se armaban y se enviaban a Pedro Juan Caballero, Paraguay, para enviarlas a Brasil”, señaló la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.
Según las fuentes, las armas (desde fusiles Colt M4 calibre .5,56 a fusiles AK 47) llegaban desde EE.UU. a través de encomiendas. «Los cargadores, en cambio, eran comprados en Alemania, trasladados a España, que mediante encomiendas eran llevados a Holanda para ocultarse, finalmente, en contenedores que venían en barco a nuestro país», agregaron.
“Estos procedimientos fueron un desprendimiento de ese caso. Es más, varios de los detenidos en esa oportunidad se comunicaban desde la cárcel con el hombre que fue arrestado en Martínez y eso está en la causa, en el marco de las varias escuchas telefónicas que se hicieron”, explicó el secretario de Seguridad del Ministerio de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco.
Las armas eran traficadas a Pedro Juan Caballero, una localidad paraguaya que está en la frontera con Brasil y es conocida como una de las más violentas de la región, donde se da una lucha de poder de organizaciones como el Primer Comando de la Capital (PCC), de San Pablo, y el Comando Vermelho (CV), de Río de Janeiro.
Justamente, a esos dos comandos guerrilleros con vínculos narco se cree que abastecía de armas esta banda, según lo expresado por el funcionario nacional.
Las fuentes comentaron cómo era la mecánica para traficar el arsenal: «Una vez que las armas eran ensambladas, se mandaban a Brasil por una empresa de transportes de pasajeros de origen paraguaya». Los choferes eran cómplices. Ya en Paraguay, «eran trasladadas hasta la zona de Pedro Juan Caballero, donde eran ingresadas al territorio brasilero».
Durante los más de 50 allanamientos realizados en la Ciudad de Buenos Aires, la zona norte del conurbano bonaerense, Córdoba, Santiago del Estero, Río Negro y Santa Fe se incautaron 935 armas.Entre lo secuestrado había «granadas, armas largas y cortas como, por ejemplo, fusiles FAL, fusiles Colt M4, ametralladoras Browning y un cañón marca Oerlicon; más de 30 mil municiones de diferentes calibres, 166.000 dólares, 800.000 pesos, pólvora, granadas, minas anti-tanques, visores nocturnos, documentación de empadronamiento de armas, partes de armamento y katanas», detallaron